Hoy escribo ya desde Pokhara, nuestro último destino de turisteo antes de volver a Kathmandu para despedirnos de Nepal. Como no, antes de empezar con el presente, me remito a unos días atrás para contaros la mejor experiencia que tuvimos en Chitwan... Bañarnos con elefantes!
No puedo explicar con palabras lo increíblemente alucinante que es montar a pelo un elefante hasta un río en el que no hay absolutamente nadie más, y bañarte con él durante horas, subiendo una y otra vez trepando como monitos por su cuerpo enorme; hacer malabarismos en su lomo y mojarte con el agua que te ducha de su trompa. Bueno, vale, lo he explicado con palabras, y bastantes, pero la experiencia es algo inigualable. Tuvimos la suerte de que nuestro queridísimo Steve, aparte de dejarnos dormir de gratis en su cuarto, nos presentara al dueño del elefante, para poder hacerlo GRATIS y nosotros solos, no como el típico royo turista en el que están cinco elefantes en el río y tienes 5 minutos para montar. Esto fue algo mágico.
Lo que más me impactó de todo fue subir a su lomo por la trompa, ya que no llevan ni silla, ni estribos, ni mariconadas. Así que ahí nos las vimos, con un elefante de no se cuantas toneladas haciéndonos una "reverencia" para que le engancháramos de las orejas y trepáramos por su trompa hasta llegar a la cabeza, donde te daba un ligero empujoncito y acababas en su espalda más espatarrada que la pava de Instinto Básico.
Obviamente su dueño lo hace con un garbo impresionante y parece algo sencillo, pero creedme que cuando te ves en la situación, en lo único que puedes pensar es en agarrarte como una garrapata para no caerte desde esas alturas. Una vez llegamos al río ya nada importaba, porque lo mejor de todo era caerse y volverse a subir, colgarse de la trompa e intentar aguantar lo máximo posible de pie mientras se sacudía entero. No cambiaría esta experiencia por nada del mundo, y he de decir que somos muy afortunadas de poder haberlo hecho "a nuestro estilo" en vez de como la gran mayoría de turistas. De todas formas, los nepalíes son encantadores y creo que a nadie le costaría demasiado conseguir algo como esto con un poco de paciencia y una buena sonrisa. Vamos, que no es algo imposible de conseguir o que se nos haya prestado de forma irrepetible, de hecho no entiendo cómo tanta gente recurre al típico pack completo de los hoteles cuando prácticamente aquí todo se puede conseguir de forma menos masiva y mucho, mucho más agradable.
Bueno, volvemos a Pokhara. Es una ciudad preciosa situada enfrente de un lago enorme, al lado del Anapurna y cerquita cerquita del Himalaya, vamos, que no le falta de nada. Es el principal destino de trekers y aventureros que quieran adentrarse un poco en el Nepal más montañero y natural.
Hemos venido con dos amigos más desde Chitwan, nuestro querido Steve de Bulgaria y el holandés errante. Nos quedamos las 3 noches en un hotelito a 6 euros la noche por habitación doble, con baño propio y ventilador, muy mono la verdad. El sitio se llama Holy Lodge y está al lado de lo que es la zona del lago, la más turística. Nos estamos acostumbrando a los maravillosos precios nepalíes, así que cuando volvamos a España vamos a parecer unas tacañas hechas y derechas. Y es que es fácil acostumbrarse a pagar 3 euros la noche en un sitio como este...
Llegamos ayer, pero estábamos tan cansados que básicamente dimos una vuelta por el lago, cenamos muy bien, y nos volvimos pronto al hotel. Hoy ha tocado la buena pateada; nos hemos levantado prontito y hemos estado toda la mañana de caminata hasta la World Peace Pagoda, que es un monumento budista para la paz hecho por un Japonés, situado en lo que me ha parecido la montaña más alta del jodido Nepal (sin restarle méritos al Anapurna, claro está). La cosa es que el japo este quería hacer 100 pagodas en honor a la paz mundial después del desastre de Hiroshima, y esta es la única que hay en Nepal, siendo la número 71, creo. Por mucho que me guste quejarme, ha merecido la pena subir con todo el calor del mundo mundial, para poder ver las vistas de todo Pokhara y el lago. Luego nos ha caído el monzón del siglo a la que bajábamos por un caminito de la montaña rodeado de jungla, y hemos cogido una barquita para cruzar todo el lago hasta donde empieza la ciudad de nuevo. Hemos acabado comiendo a las 5 de la tarde, empapados y cansadísimos de tanto andar montaña arriba montaña abajo. Pero bueno, hay que aprovechar que mañana es el último día completo que tenemos aquí, aunque en tan poco tiempo da de sobra para hacerse una idea de lo que es la ciudad y su encanto salvaje. La pena es que en esta temporada no se puede llegar a ver bien el Anapurna porque hay muchísima niebla, que se le va a hacer... Pero en buena temporada tiene que ser una locura, porque hemos visto fotos y se ve perfectamente toda la cordillera...
Mañana veremos a ver qué se cuece por la ciudad, y volveremos a Ktm el viernes prontito para aprovechar el último fin de semana que nos queda.
Besos grandes desde las montañas :)
¡Sois tremendas, tremendas, tremendísimas! Y yo que creía que habíais hecho la excursioncita de turista sobre el elefante... Ja, ja, ¡Cómo que os ibáis a conformar vosotras con eso!! ¡Qué piezas!! A partir de ahora os váis a reír de la chorrada de la montaña rusa!!! Seguro que ha sido una experiencia inigualable ¡Os creo! Para mí ya fue una odisea subir a un camello y cada vez que recuerdo cuando me tiró el caballo... ¡Cómo me alegro de que Alba no haya sacado mi gen evita-subirte-a-animales-más-altos- que-tú! Qué ganitas de veros!! Besotes
ResponderEliminarY por cierto, me alegro de que llevéis guardaespaldas. Los holandeses siempre los mejores en aventuras! Eso sí, con ellos nunca se come a las dos!
ResponderEliminarChicas, no tengo detalles de cuándo volvéis! Me han operado de un pie (un bultito de nada) y no podré conducir la semana que viene, así que, a ver si pueden tus papis, Clara. Tu padre me ha dicho que por las tardes a partir de las cinco puede. ¡Tengo muchas muchas ganas de veros!!!! Mua
ResponderEliminarMama Carmen! Dont worry about a thing, cause every little thing is gonna be alright (de parte de alba jeje) No pasa nada, porque tanto mi madre como mi padre pueden venir, asi que tenemos gente que nos recoge :)
ResponderEliminarRecuperate de tu pie! Besitos de las doooos
La Mama Ana no sabe si estará, depende de su trabajo, y lo sabrá el día de antes, pero dice que tiene una amiga que iría en su lugar. Yo puedo por la tarde. Sabemos que será el 23 pero no sabemos la hora ni si volvéis vía Quatar.
ResponderEliminarQue no cunda el pan rico! Volvemos via Qatar, a las 14.05 el dia 23
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