No se qué decir de nuestros últimos días en Nepal; han sido muchos momentos de silencio, reír por no llorar, llorar riendo...
Somos jóvenes, viajamos, conocemos gente y nos despedimos de ella; es ley de vida y te haces a la idea, pero nunca, nunca, nunca, te acostumbras a ello. Es difícil saber si esta sensación que se te queda en el cuerpo cuando ves a 6 personas llorando y a medio llorar al despedirte desde la puerta de casa sería lo mismo si hubieras pasado con ellos 1 año, 2 o 3, conociendo ya sus pequeños defectos y tonterías que hacen que no todo sea perfecto y encantador... Bueno, nunca lo sabremos, y ni falta que hace. Nuestra perfecta burbuja de Katmandú permanecerá intacta en nuestra memoria y nuestros corazones, dejando el mejor sabor de boca que se pueda pedir.
Toda esta experiencia ha sido mucho más que un voluntariado (que ya tiene tela por si solo), ha sido crear una familia. Está claro que todo esto no hubiese sido lo mismo sin todas y cada una de las personas que hemos conocido y han aportado su esencia a esta, nuestra historia.
Nueva Zelanda, Bulgaria, Canadá, Holanda, España (españoles por el mundo, si fuerais igual de enrollados en España que en el extranjero, otro gallo cantaría...) y por supuesto, NEPAL. Niños, monjes, huérfanos, mujeres maltratadas, abuelas, chavalitos, jubilados, músicos, estudiantes, viajeros, voluntarios... Todos y cada uno de vosotros habéis hecho que este viaje sea único, especial y memorable.
Como esta entrada es más para mí que para vosotros, lectores, voy a cortar ya con tanta moñada y simplemente decir que si alguien ha deseado alguna vez viajar sin ser turista, dar antes que recibir (y recibir el triple a cambio) y volver a casa con ganas de más, más, más... Mi sincera recomendación es que se haga VOLUNTARIO.
Si este blog ha calado a alguien y cree que le gustaría hacer algo parecido a lo que hemos hecho Albus y yo (ya sea en un monasterio, orfanato, colegio, centro de mujeres, de animales, etc.) en la zona de Katmandú y alrededores, que no dude en ponerse en contacto conmigo a través de mi correo claraprietocastillo@hotmail.com
Parece que me llevo comisión por toda la publicidad que estoy haciendo, pero ya os digo yo que no...
Bueno amiguitos lectores, ha sido un placer compartir con vosotros esta experiencia. Esperemos que haya más oportunidades como esta en el futuro para torraros más la oreja con mis tontadas en un blog. Desde el mismo asiento donde hace 30 días escribía la primera entrada me despido, con un buen royo dentro increíble y unas ganas tremendas de pillar el buen colchón occidental.
NAMASTE NEPAL, SEE YOU SOON :)
Muchas gracias chicas, hemos disfrutado de vuestra experiencia y me ha encantado como contabais todo. Para nosotras ha sido también precioso ir descubriendo Nepal, el orfanato, los monjes tímidos, la visita al parque natural, el trabajo en el arrozal... se me ha hecho como si estuvierais en el fin del mundo
ResponderEliminarahora queremos oir todo otra vez con pelos y señales y fotos y todo.
Y veros a vosotras con tanta energía.
un abrazo muy fuerte,
La tía irene